domingo, 5 de febrero de 2012

Comiendo discrepancias

Puesto 1: Arroz chaufa.
Me encanta la gente que va contra la corriente y lo ocurrido esta semana con el escritor Iván Thays, al expresar su desagrado por la comida peruana, me resulta interesante porque ha puesto el dedo en la llaga. Personalmente, yo estaba un poco harta con tanto boom gastronómico porque considero que nuestro país es más que un chicharrón con camote y una mazamorra morada, además, hay tanto oportunista que se sube al coche para limpiar su imagen, que lejos de abrir el apetito, me lo quita apenas lo veo. Hola Alfredo Gonzales.

De que es poco saludable, puede ser. Que alguien me diga en qué país toda su variedad de comida típica es 100% nutritiva. La internacionalización de una comida no equivale a su calidad. La famosísima hamburguesa, natural de Alemania, ha llegado a los restaurantes de todo el planeta y, al mismo tiempo, sigue liderando las listas de la llamada comida chatarra. 

Puesto 2: Lasagna de carne.
En la época en que me obsesioné con las dietas, el nutricionista me sugería no mezclar carbohidratos (papa, arroz, choclo, fideos, yuca, etc.) Si seguimos ese tip, varios de nuestros platos serían descartados. Otro me dijo: "Puedes comerlos, pero agregales ensalada con verduras de diferentes colores", y, en verdad, hay platillos que, en cuestión de sabor, no permiten esa combinación. ¿Se imaginan una carapulcra con ensaladita de brócoli, palta, apio, nabo y zanahoria al lado? Con las justas agregamos cebolla.

Amo nuestra comida, pero no me ciego, reconozco que algunos de sus platillos son más grasosos que otros, por eso no los como muy seguido y punto, como los picarones, por ejemplo. Otro tema son los anticuchos y el pollo a la brasa, estos últimos los evito -lo más que puedo- por las tres recomendaciones que me dio el oncólogo, en el 2006, luego extirparme un tumor benigno del ovario: chequéate siempre, no guardes rencores y no comas en exceso comida cocinada con humo de carbón. Desde ahí, peleada con las parrilladas. 

Puesto 3: Cebiche de pescado.
Para mi el plato peruano ideal es el cebiche: light, alimenticio y delicioso. No obstante, debo reconocer que la criolla es mi tercera comida favorita. Mi ranking personal va así: chifa, pastas y de ahí que venga todo "Manos Morenas" y "El rincón que no conoces". Al fin y al cabo es cuestión de gustos, no por ello soy menos peruana. Si tu plato favorito es el tacacho con cecina, no te voy a acusar de despreciar a la comida de la costa y de la sierra. Si prefieres tomar un vino antes que un pisco, no eres traidor a la patria, tranquilo.

La comida del Perú tiene admiradores en el mundo, quienes luego de haberla probado no van a dejar de hacerlo solo porque Iván Thays dijo públicamente que le produce indigestión. Por último, si a un turista no le gusta el lomo saltado o el cuy, bueno, pues, él se lo pierde. Mientras venga a gastar sus dolarillos por acá en otras cosas, que coma en Burger King si le da la gana. Nosotros sabemos lo que tenemos y lo que somos y, definitivamente, somos más que comida.