domingo, 8 de octubre de 2017

Y si no se da...

Fuente: @otravezandres

Estos días han sido una locura. Todos comen, beben y respiran fútbol. Perú está a un partido de lograr su clasificación a la Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018 y, debo confesarlo, yo también quisiera que eso suceda. Nada sería más lindo que oír nuestro himno nacional en un mundial, ver a los barristas lucir indumentarias que caracterizan al Perú, así como los mexicanos con sus sombreros de charros o disfrazados de chapulines colorados, etc.

Sin embargo, considero que hay que tomarlo con calma. El fútbol es impredecible y todo puede pasar. Y en medio de todo eso, como siempre, los medios de comunicación se desviven en ofrecer contenidos que interesen a los hinchas que solo quieren saber del empate frente a la selección de Argentina y lo que será el encuentro con Colombia.

He visto entrevistas a los familiares de los futbolistas, notas a vecinos pintando murales en honor a un jugador que vivió antes en Comas, a pescadores que pintan sus embarcaciones de blanco y rojo, cómo son los camerinos del Estadio Nacional, la venta de camisetas, los mil y un memes, y todo lo que la imaginación permita extender el tema.

Fuente: @otravezandres

La gente extasiada por las calles, todos los programas de televisión haciendo barra, gente yendo a trabajar con la camiseta peruana, los congresistas igual (se quieren lavar la cara con el fútbol), mascotas con los colores de la bandera, las redes sociales inundadas con los looks más patrióticos, cantantes de todos los géneros entonando desde valses hasta el clásico "Perú campeón" y me agoto de contar. Peruanidad en todo su esplendor.

No quiero ser aguafiestas, pero el hecho que perdamos es una posibilidad. Me pregunto qué pasaría si eso llegara a ocurrir, si nuevamente nos quedáramos en casa viendo el mundial por televisión ¿seguiremos tan amorosos con nuestro Perú? ¿seguiremos cantando el himno a todo pulmón? ¿seguiremos tratando a Pedro Gallese de santo y superhéroe? ¿qué pasaría si lo golean? ¿seguirán luciendo la camiseta por las calles? ¿seguirán endiosando a Ricardo Gareca? 

Tomo todo con calma porque, valgan verdades, he vivido esto tantas veces. Conozco la fases y lo que seguiría sería un sinfín de maldiciones a los deportistas, quienes pasarían de héroes a villanos despiadados y sin corazón. Se borran de inmediato todos los triunfos y empates vividos previamente.

Fuente: @otravezandres

Yo no soy fanática, ni hincha de ningún equipo, con las justa veo fútbol cada cuatro años (pedacitos del mundial), no suelo prepararme para ver los partidos, pero la ola me sigue por donde vaya. El día que Perú jugó contra Argentina, yo a las 7:00 p.m. me fui a misa y fue la más rápida a la que había ido. Acabó en 30 minutos cuando suele durar una hora. Seguramente el padre pensó en alcanzar el segundo tiempo.

Me fui a comer una lasagna y ahí estaba el tremendo televisor. Aunque no estaba en mis planes, vi la parte final del partido en un restaurante. No podían faltar los curiosos que se aglomeraban en la puerta para ver qué pasaba con la selección. De corazón que todo vaya bien frente a Colombia, pero si no es así, no seamos ingratos y lo diré de una vez: no es el fin del mundo.




martes, 13 de junio de 2017

Adiós, Rosa


Adiós a la mujer que no sabía qué eran vacaciones ni feriados, a la que amaba las ventas, a la que, sin saberlo, era una workaholic total.

Adiós a mi adorable acumuladora sentimental, a la que no se desprendía de ropa u objetos porque le recordaban una etapa importante de su vida o a alguien especial.

Adiós a la reina de la patasca, la sopa y los tallarines verdes, el otongo con queso, la sopa de quinua, el cau cau, el guiso de mote con huevo frito y el arroz con pollo.

Adiós a la fanática de Pedro Infante que de adolescente tenía fotos del mexicano bien guardadas, pero, lamentablemente, mi abuelo las rompió diciendo que eran tonterías. (Siempre le di mi solidaridad por eso).

Adiós a la jovencita que usaba de excusa ir a misa con su amiga para verse con quien sería mi papá; a la que logró casarse en la Catedral de Lima, con una cintura que ninguna de sus hijas heredó.

Adiós a la ama y señora del regateo. No hay vendedor ante el cual no haya salido victoriosa.

Adiós a quien me enseñó a colocar una toalla higiénica; a la que me habló de sexo por primera vez y pronunció el inolvidable: "cuando el hombre se la mete a la mujer".

Adiós a la irremediable obsesionada por las bolsas de plástico. No las botes, eso sirve, decía.

Adiós a la mujer que exclamaba: "¡qué saben los doctores!" cuando le hablaba de la nueva dieta que había conseguido de un nutricionista.

Adiós a la que me preguntaba, hasta cinco veces, si quería comer tal cosa, pese a que en cada ocasión la respuesta era: "no mamá, gracias". 

Adiós a la señora de buen diente que tenía como ley: cocinar e ir degustando un aperitivo; a la autora de la frase: "el frío da hambre".

Adiós a la mujer que odiaba la mentira y la falta de honradez.

Adiós a la admiradora de Leo Dan, cuya canción "Cómo te extraño mi amor" le siguió gustando en la versión de Café Tacuba; a la que pudo reconocer el tema "El último beso", de Los Doltons, en la voz de Eddie Vedder de Pearl Jam. 

Adiós a la cuestionadora de espectáculos artísticos, pues decía que eran cosas de gente ociosa; pero años más tarde fue, incluso, a ver una obra de teatro sobre strippers.

Adiós a esa cabecita blanca por la cual hacían parar a la gente en los micros para darle un asiento.

Adiós a la mujer que me pedía un nieto, pero a la que finalmente le di algo que nadie le llevó antes a casa: un título universitario.

Adiós a la dama que discrepó y lloró por mis decisiones de vida, pero que después entendería que todos tenemos conceptos diferentes de lo que es la felicidad.

Adiós a la mujer que amé con sus virtudes y defectos, y que hizo lo mismo conmigo.

Adiós a la mamá, abuela y bisabuela.

Adiós, Rosa Yaringaño Cancho. 













domingo, 28 de mayo de 2017

Red reforzada


Nada como actualizarse y reforzar conocimientos. El 25 y 26 de mayoparticipé de un nuevo encuentro de la Red de Comunicadores por la Educación -un grupo integrado, por los comunicadores de las Direcciones Regionales de Educación (DRE) y las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL) de Lima y provincias- en el cual conocimos los lineamientos del nuevo equipo de la Oficina de Comunicaciones del Ministerio de Educación (Minedu).

Definitivamente un buen espacio para compartir experiencias con los colegas y coordinar acciones para llevar todos el mismo mensaje: formando al peruano que queremos; siempre tomando en cuenta la realidad de cada ciudad. Temas como protocolo, gestión de crisis, lineamientos gráficos, manejo de redes sociales y otros fueron abordados por el equipo del Minedu y sus invitados.

Saludo que se retome este encuentro anual, pues es necesario que cada cierto tiempo todos nos sentemos a ver cómo vamos y a dónde vamos. Por lo pronto, yo me siento con las pilas recargadas y dispuesta a transmitir todo al Equipo de Participación y Comunicaciones (EPC) de la UGEL 03, quienes tendremos nuestro propio "miniencuentro". 

Con el jefe platafaformas del Minedu, Olín Plácido; los coordinadores de los EPC de las UGEL 04, 05 y 06, Homero Tomanguilla, Mary Saona y David Rodríguez, respectivamente; y la especialistas en prensa de la DRELM, Mary Vera.


jueves, 27 de abril de 2017

No tocar


Cuando me entero de noticias terribles como violaciones, feminicidios, mujeres golpeadas o acosadas, etc., viene a mi mente una frase que una vez oí decir a Carmen González, la recordada 'doctora cachetada': a los hombres les han enseñado que no tienen límites.

A raíz del caso de la joven violada en una discoteca, leí todo tipo de comentarios en redes sociales, pero uno en especial llamó mi atención. Este decía que, lamentablemente, vivimos en una sociedad en la que se le enseña a las mujeres a cuidarse para no ser violadas, pero nadie les enseña a los hombres que no deben violar.

Qué triste saber que los años pasan, la tecnología avanza y las distancias se acortan, pero los problemas siguen siendo los mismos. "No aceptes bebidas de desconocidos porque pueden poner algo para dormirte", es decir, te pueden violar. "Acompáñame a tomar un taxi y apunta la placa", es decir, toma datos del conductor por si me quiere violar, tenemos un dato para identificarlo y denunciarlo; y así varios ejemplos.

Lamento mucho que algunos hombres hayan crecido con el mensaje que pueden comportarse como animalitos y nadie les va a decir nada. Que pueden ver a una mujer inconsciente y subirse encima de ella como un perro lo hace cuando siente que una perra está en celo. ¿No se supone que nosotros somos los que razonamos? 

Chochera, así ella pase calata caminando frente a ti, no debes hacerle nada, porque a diferencia de lo que te han dicho siempre, tú si puedes controlar tus instintos y, sí, sí hay límites para ti.