Gracias a una invitación de mi recordado amigo y compañero de universidad Enrique Quispez Herrera, pude hacer realidad una oculta fantasía: dictar una clase. Él actualmente es docente en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad César Vallejo-Lima Este (San Juan de Lurigancho) y tuvo a su cargo la organización de la I Semana de la Sociedad de la Información, una jornada de cinco días (22 al 26 de junio) sobre diferentes temas relacionados con el periodismo y redes sociales. Yo formé parte de los expositores en la penúltima fecha con el Taller de redacción para medios digitales y redes sociales.
Los alumnos que acudieron a mi taller fueron de los primeros ciclos. Me tocó un grupo tranquilo. Se mostraron atentos y algo callados. Es ahí cuando me doy cuenta cuáles son los momentos en los que debo caminar entre ellos, hacerles preguntas, pedirles su opinión o que lean los ejemplos de las diapositivas. Me quedo con una satisfacción personal muy bonita. El compartir con jóvenes estudiantes mi humilde experiencia ha sido motivador.
Incluso podría decir que la docencia acaba de ingresar, con seriedad, a mi lista de alternativas laborales futuras. ¿Por qué no? Claro, debo prepararme más. El buen Enrique, por ejemplo, dijo que el primer paso para eso se resume en tres simples palabras: estudia una maestría. Gracias por el consejo amigo y, como dijo Barney Stinson de How I meet your mother, reto aceptado.
Selfie de rigor con mi promoción Kike. |