domingo, 24 de febrero de 2013

Inseguridad: Culpables y excesos periodísticos


Qué terrible saber hasta en los lugares, aparentemente tranquilos, podemos perder hasta la vida. Una notaría y la puerta de nuestra propia casa. La seguridad ciudadana ha vuelto al ruedo del debate durante la semana, un lugar del que nunca debe salir debido a su complejidad.

Las críticas al Gobierno comenzaron inmediatamente, especialmente luego de las declaraciones del presidente de la República, Ollanta Humala; el titular del Consejo de Ministros, Juan Jiménez; y el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza; quienes lejos de explicar las acciones inmediatas que tomarán para poner un alto a esta situación, piden a los asustados ciudadanos no provocar a los delincuentes saliendo a la calle con grandes sumas de dinero o a medios de comunicación, no difundir tanta información policial porque eso ensalza el crimen.

Estamos frente a otro régimen que demuestra no tener un plan concreto sobre seguridad ciudadana, más aún cuando en el país ahora se registran con frecuencia asesinatos por encargo, al puro estilo colombiano. Quizá nunca lo tuvo. No se trata, pienso yo, solo que los policías logren capturar delincuentes, lo que se busca es evitar actos criminales y esto es producto de trabajos de inteligencia.

Asimismo, regenerar a esos sujetos, una labor que, se supone, deben realizarse en los penales. Qué ganamos con una fuerza policial eficiente que detiene a cuanto vándalo y asesino se le cruce en el camino, cuando estos irán a una prisión de la cual saldrán en poco tiempo con ese mismo desprecio por la vida humana.



De otro lado, considero que hay un aspecto en el que los colegas, especialmente los de televisión, sí deben ser autocríticos: demasiada cabida a las notas policiales y el trato poco sensible que muchas de ella denotan. Jiménez, aunque nos cueste aceptarlo, tiene algo de razón.

Seguramente dirán que son las noticias del día, que solo recogen la realidad, que la gente necesita saber lo que pasa, etc.; y en cierta manera tienen razón, pero por Dios ¿tienen que abrir siempre todos los noticieros y mostrar imágenes desagradables? Tras la muerte del fotógrafo de El Comercio Luis Choy, abaleado en la puerta de su vivienda y ante los ojos de su hijita, el programa "Reporte Semanal" de Frecuencia Latina emitió imágenes del hombre de prensa agonizando. ¿Era necesario esto? 

Coincido con algunos tuiteros que expresaron su malestar, pues se preguntan qué pueden esperar de la prensa, si entre periodistas nos hacemos esto, no respetamos el dolor de la muerte. Gerardo Reyna, reportero de RPP Noticias, tuiteó esto: "Mencionan hasta el nombre de la pequeña, seguro si pudieran entrevistarían a la hija de Luis choy. No hay limites por rating en la prensa?".  

Si la ley no protegiera a los menores de edad quizá lo que hoy hubiésemos visto sería una entrevista vía microondas y en exclusiva con la pequeña. El afán de audiencia nos hace perder la brújula. Esta es una oportunidad para empezar la autoregulación, se trata de un colega. No queremos ser simples contadores de muertos.