Si hay algún periodista que destaco durante esta etapa electoral que está a punto de acabar, ese es Beto Ortiz. ¿La razón? Sus entrevistas en “Buenos días, Perú” a los voceros de Fuerza 2011 han generado los titulares más controvertidos durante la campaña y han ocasionado el corte de más de una cabeza en la agrupación que lidera Keiko Fujimori.
Se agradece el trabajo de Ortiz, ya que le ha dado algo de balance a la información periodística, ante el mayoritario y notorio apoyo al partido naranja por parte de algunos medios de comunicación.
Me recuerda mucho al Beto del año 2000, cuando desde su escondido programa en Canal A tuvo tribuna abierta para la oposición al fujimontesinismo, épocas en las que casi todos los medios estaban ya descaradamente alineados con lo que venía de la salita del SIN.
Pero por “Buenos días, Perú” han pasado Luisa María Cuculiza y su desbordada pasión por el Ejército, proponiendo el servicio militar obligatorio para, según ella, reformar a la juventud descarriada. Me causa gracia esta señora, solo porque hizo un curso de reservistas imagina que el mundo militar es una maravilla.
Claro, a ella no la han obligado a matar perros, no la han golpeado, no ha comido menestras con escupitajos y otras perlitas que me comentaron personas que sí han estado ahí. Esta propuesta la mando al closet de los voceros naranjas.
Cómo olvidar a Jorge Trelles el popular “matamos menos” y recientemente a Rafael Rey con una frase, sobre el caso de esterilizaciones forzadas, que pasará a la historia: “No fueron esterilizadas en contra de su voluntad, sino sin su voluntad”.
¿Qué hace Beto Ortiz para que estos sujetos terminen soltado cada exabrupto? Qué hubiera pasado si hubiese entrevistado a Martha Chávez antes que fuera desautorizada y borrada del mapa por sus amenazas al presidente del Poder Judicial, César San Martín.
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