miércoles, 22 de junio de 2011

Una experiencia deportiva con ‘Chelita’



 
Luego de varias semanas, no pensé que mi siguiente post iba a estar dedicado a Analí Cabrera, Ana Luisa Cabrera Villareal o simplemente ‘Chelita’. Se lo dedico porque fui una de sus clientas en el gimnasio Analí Cabrera Spa, en San Miguel, donde acudía durante los años 2002 y 2003, en unos de esos tantos intentos por bajar de peso.

En ese entonces, lo logré, gracias a su nutricionista y sus excelentes profesores. Si recuperé el peso perdido es otra historia. Lo que más recuerdo es a una Analí con cuerpo de muñeca Barbie, dando clases desde el primer turno de 6:00 a.m., muy temprano para mi, pero unas cuantas veces me quedé hasta las 10:00 a.m. para seguir su clase de steps. “¡Guau!, esta mujer no envejece”, pensaba.

Tenía un grupo cautivo de señoras y jovencitas, desde que el gimnasio fue inaugurado. Me contaron una vez, que preferían el local de la recordada vedette por la calidez en la atención, puesto que viviendo cerca de la avenida La Marina, tenían hasta cadenas internacionales de gimnasios para elegir.

Díganme cuántas mujeres pueden decir que terminaron tan bien con el exnovio o esposo que ambos continuaron manejando el negocio común. Era típico ver al productor de televisión Luis Carrizales recorrer el gimnasio en shorts para chequear si todo estaba bien: que ninguna puerta esté dañada, ver si alguna bicicleta necesita reparación o no, etc. Siempre pendiente del mantenimiento.

La partida de ‘Chelita’ me hace reflexionar que si una persona sana y deportista como ella fue atacada por el cáncer, qué nos espera a nosotros los sedentarios –que pensamos que caminando al trabajo en suficiente actividad física- y desesperados comelones -que no respetamos la regla de no ingerir nada después de la 9:00 p.m.-.

Solo me queda reiterar que los exámenes preventivos son la mejor forma de descartar la aparición de tumores en nuestro cuerpo. Quiero pensar que esa es la mejor manera de recordarla, con actitudes saludables, física y espiritualmente. Siempre busco eso, lo estudió, lo aplicó y lo difundió. La recordaré así, con sus mallas y dando brincos en un step, demostrando que se puede ser bella a cualquier edad, si te sabes cuidar. Q.E.P.D.

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